He cosido un muñeco inspirado en Eddie Munster,
ese entrañable personaje medio vampiro y medio lobo. La luz del día lo incomoda; prefiere la noche, donde puede dejar que su naturaleza de lobo y vampiro brille sin miedo al juicio. Su encanto tétrico es irresistible.
Su piel pálida y su cabello negro le da un aire misterioso, mientras que sus ojos oscuros transmiten una mezcla de melancolía y alegría. Un pequeño ser encantador que anhela un lugar al que pueda llamar hogar.
Este muñeco de Eddie ya encontró un buen y peculiar hogar. Lo envié a su nuevo destino dentro de un sobre decorado con calaveras y huesos con una mezcla de emoción y nerviosismo.
Me consta que ha sido muy bien recibido.
Ser diferente no solo es una carga, sino una bendición, y todos merecemos un rincón donde sentirnos en casa.
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